lunes, enero 24, 2005

Nuestros Comienzos

Iniciado el mes de julio la idea de crear un momento de diálogo y reflexión en torno a la poesía rondaba en algunos de los participantes del Taller del maestro Raúl Zurita.
Los años de búsqueda del ingenioso Osvaldo Molina estaban por encontrar las piezas que darían forma a su inquietud de juventud.
No buscó tener tiempo para sus creaciones, la oportunidad se la brindo la vida, Alfredo Klein gozaba a todo vapor su literatura. Los años le recordaban sus sueños de juventud, viejos cuadernos de escuela le hablaban de sus bellas líneas que les dedicaba a sus amadas.
Mario Rodríguez estaba en deuda con su pasado ansiaba tener una oportunidad para demostrar que sus versos y pensamientos estaban mas latentes que ayer.
Las ideas e inquietudes tenían que tomar forma, faltaba la musa que diera la alegría y el aire para disfrutar de este encuentro.
No llegó la musa apareció Maximiliano Segura, quien de musa no tenia nada, desbordaba inexperiencia en cosas literarias, excedía locuacidad en poner letra a sus ideas.
La pausa y la paciencia nos coronaría con un preciado regalo.
Las trompetas sonaron y el sol alumbro pese a las nubes que brindaban el nuevo día, María Aranguren nos traería como quedó plasmado en el tiempo, sus agudos comentarios, sus inquietantes poesías y certeras notas de la actualidad literaria, económica y social.
Como siempre para completar falta alguien que de una visión diferente, polémica y audaz; ahí estuvo siempre. Patricio Patrickson, magíster en literatura, ingeniero y conservador, difícil de convencer si no hay estudios que lo demuestren.
Se iniciaba la aventura de conversar en torno a la poesía y la cultura, un diálogo con algo más.

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