domingo, octubre 15, 2006

GONZALO MILLAN

Hago señas y signos pasajeros

En aquel mismo árbol fui a buscar

otro verano, el corazón ése, mal grabado

sobre una playa de corteza tersa

con la hoja viva y rota de un cuchillo.

La crecida del invierno y de la savia

había arrastrado nuestras letras,

flechas y dibujos infantiles,

hasta perderlos en el laberinto para siempre

tragados por el remolino de las ramas.

GONZALO MILLÁN nació en el año 1947 y nos acompaño hasta hoy, cuando en Santiago vuelve a visitarnos el sol Gonzalo Millán nos deja sus letras para que sean un acompañante por siempre. Como se reflejan las palabras de nuestro poeta Raúl Zurita, "Gonzalo Millán ocupa un lugar central en la poesía chilena y su obra ahora entra a pelear con la eternidad".

Pongo en mi oreja la oreja ondulada de la nada

Vacío caracol de tierra y vides:

feble trompa que contiene

las nubes de langostas del ruido

y el silencio de la pared-ola

antes del estruendo y la caída;

roseta parda que al final de su voluta

sostiene toda la noche

en el hueco oscuro de su fruto;

serpentina de saliva

que deshago sin tiempo,

crujiente caliza hoja seca,

hasta dejar en mis ojos

la fugitiva presencia de la luz,

y del polvo el rastro,

y motas entre mis dedos.